El gigante del streaming, sigue marcando el camino para el consumo de contenidos audiovisuales y ha llegado a nuestras vidas no solo para quedarse, sino también para hacernos consumir las series cómo no lo habíamos hecho hasta ahora.
Una de las armas secretas de Netflix es su sistema de recomendaciones, que se basa en un avanzado algoritmo de inteligencia artificial que se nutre de los datos del usuario.
Como te contamos en nuestra anterior nota, la plataforma almacena y procesa todos los datos de navegación de los usuarios, y luego los utiliza para sugerirnos el mejor contenido. Así, por ejemplo, recopila:
• Las series o películas seleccionadas
• La información sobre lo que vemos: género, categorías, actores, año de lanzamiento
• Nuestro comportamiento como usuario: hora de conexión, dispositivos, tiempo de visualización
• La calificación que le damos a los contenidos
• Los gustos de otros miembros que hayan visto una programación similar
Una vez recopilada la información, los datos son procesados por los algoritmos que usa la plataforma para generar un diseño de interfaz personalizado, con contenidos que se adaptan a lo que seguramente querrás ver. Además de elegir qué títulos incluir tu página de inicio, el sistema también clasifica la manera de mostrarte ese contenido; no deja nada librado al azar. Ordena de la manera más óptima cada título dentro de cada la fila e incluso ordena las filas mismas: las más recomendadas van al principio y los títulos más recomendados comienzan a la izquierda de cada fila.
Netflix es un claro ejemplo de cómo crear valor y rentabilidad a través del uso eficiente de la información para apoyar la toma de decisiones. Gracias al Business Intelligence, ha guiado el camino hacia el contenido digital desde 1997 y es el servicio de entretenimiento de streaming líder en el mundo con más de 158 millones de usuarios en más de 190 países. Y esto no se consigue sin esfuerzo.
Conocer a los usuarios y su comportamiento es fundamental para la compañía y para el servicio que dan, por lo que trabajan continuamente en cómo mostrar los contenidos, qué lenguaje utilizar y, en definitiva, qué funciona mejor o peor en diferentes aspectos del diseño; y todo esto lo consiguen mediante el análisis de los datos.
La compañía realiza un arduo trabajo técnico (en el que continúan invirtiendo) para crear un algoritmo de recomendación casi perfecto. Su objetivo es adaptarse a los gustos del público y cautivarlo; para lograr fidelizar a los usuarios y hacer que se queden más tiempo en la plataforma consumiendo contenido.
Entre otras cosas, Netflix no solo selecciona qué contenido sugiere, sino que también cambia las portadas de cada título en función de la que se adapta mejor a los gustos de cada cliente. Han comprobado que sólo cambiar una imagen fija en el menú puede incrementar entre un 20% y un 30% las visualizaciones de una película, una serie o un documental. Ya sea el actor y el personaje, o bien un tipo de escena concreta, el objetivo es seducir al usuario con un fotograma.
Por ejemplo, Netflix puede personalizar la imagen de la película ‘El indomable Will Hunting’ en función del género: mientras que un miembro que ha visto muchas comedias verá en la portada al conocido cómico Robin Williams, un usuario que ha visto muchas películas románticas verá una imagen cariñosa de Matt Damon y Minnie Driver.
Según declaraciones de Todd Yellin, vicepresidente de productos de Netflix, aproximadamente el 80% de los suscriptores confía y sigue las recomendaciones del algoritmo, pero el usuario típico explora solo entre 40 y 50 títulos antes de decidir qué quiere ver, por lo tanto, es importante presentar "el contenido correcto al usuario correcto en el momento correcto". Es por eso que cada persona tiene acceso a un Netflix totalmente personalizado, adaptado a sus gustos y que va cambiando constantemente según sus preferencias.
En conclusión, podemos ver cómo las empresas que tienen un estrecho control sobre sus datos e información son más propensas a conseguir una ventaja competitiva sobre sus rivales. Aplicando herramientas de Business Intelligence, realizando el análisis de la información en tiempo real y siguiendo patrones predictivos de comportamiento basados en los datos, logran tomar decisiones al instante, y, en definitiva, generar mejores resultados e impulsar el crecimiento del negocio.